El siglo XX es una dicotomía. Lo bélico dio lugar a los movimientos de paz, la palabra “revolución” se asoció con el término “digital”, la complejidad detrás de tres letras fue revelada, la conquista por el espacio fue iniciada… el mundo tal cual lo conocemos, se gestó. Entre esa vorágine histórica, un par de años antes del verdadero couturier o del hombre cuyas iniciales trascendieron una época, en 1910 Ermenegildo Zegna fundó la casa que a la fecha lleva su nombre.
Mientras que en la parisína Rue Cambon Gabrielle ‘Coco’ Chanel comenzaba a posicionar el lujo francés, a ochocientos kilómetros el joven italiano inauguraba en Trivero, provincia de Biella, un laboratorio desde el cual los más preciosos tejidos provenientes de remotos lugares como Australia, Sudáfrica y Mongolia se transformaban en finas fibras y elegantes hilos que al unirse daban como resultado excelsas piezas sartoriales.
Medio siglo después de su creación, el Lantificio Zegna continúa siendo un sinónimo de elegancia atemporal así como el resultado de un extraordinario proceso de creación. A la vez, la casa italiana es un ejemplo de vigencia, del triunfo sobre lo contemporáneo así como una imperante atención al cliente. Prueba de esto es “Su Misura”, en el que las más nobles fibras se sintetizan en la máxima expresión de estilo individual.
Introducido por primera vez en los años setenta, “Su Misura” es un servicio de meticulosa calidad totalmente personalizado en el que tanto detalles como puntadas son cuidadosamente ejecutados para adaptarse a las exigencias y personalidad del comprador. Desde la comodidad e intimidad de una Boutique Zegna, un consultor de estilo escucha atento a un cliente, quien a través de su vestimenta busca proyectar su reflejo. Es así que tal encuentro tiene como resultado la selección no solo de un estilo sino también de tejidos botones, ojales, solapas, puños y todo aquello que anatómicamente compone una prenda confeccionada a la medida.
El común denominador de esta experiencia es la exigente excelente sartorial. Es por ello que Zegna alcanza un máximo nivel de compromiso con el cliente a través del Personalization Project, que, como parte del proyecto “Su Misura”, confecciona especialmente un limitado número de trajes hechos a la medida con tejidos únicos. Así, el cliente puede crear una colección de tejidos eligiendo entre diversos estilos y colores. El “One of a Kind” de Zegna es tan personal que incluso el cliente puede elegir grabar su nombre o un mensaje personal en el tejido o en el borde del lienzo. Más que una técnica, “Su Misura” es una experiencia que rebasa a lo “Bespoke” e incluso al “Made to measure”, pues a diferencia de los anteriores, los cuales toman hasta seis meses, la casa italiana es capaz de confeccionar y entregar una prenda personalizada de 4 a 6 semanas y con tan solo dos pruebas previas.
Para completar la experiencia “Su Misura”, desde 2014 Zegna ha incluido lo informal a lo formal personalizado. A través del proyecto “Casual Luxury”, a los trajes a medida se le suman chaquetas desestructuradas, cashmere de alta calidad, prendas de punto, abrigos, sacos y blazers. Es así como la opulenta oferta italiana apuesta no sólo por ser parte esencial sino el armario entero de su cliente; de lo informal a lo formal, de la noche a la mañana, Zegna planea estar ahí…y acompañada, pues al final del día, con “Su Misura”, el nombre “Ermenegildo” ya no es el único que aparece grabado en el traje.
The twentieth century is a dichotomy. The war resulted in the peace movement, the word “revolution” was associated with the term “digital”, the complexity behind three letters was revealed, the conquest through space was initiated … the world as we know it, was conceived . Among the historical maelstrom, a couple of years before the true couturier or man whose initials transcended a time, in 1910 Ermenegildo Zegna founded the house that bears his name.
While in the Parisian Rue Cambon Gabrielle ‘Coco’ Chanel began to position the French luxury, eight hundred kilometers away, the young Italian inaugurated in Trivero, Biella, a laboratory where the most precious fabrics from remote places like Australia, South Africa and Mongolia were turned into fine fibers and elegant threads that when joined together gave as a result lofty sartorial pieces.
Half a century after its creation, the Lantificio Zegna remains synonymous with timeless elegance and the result of an extraordinary process of creation. At the same time, the Italian house is an example of operation, the triumph of the contemporary as well as a dominant customer service. Proof of this is “Su Misura”, in which the noblest fibers are synthesised in the ultimate expression of individual style.
First introduced in the seventies, “Su Misura” is a meticulous quality service fully customised in which details as well as stitches are carefully executed to suit the buyer’s needs and personality. From the comfort and privacy of a Zegna Boutique, the style consultants attentively listens the client, who through their clothing seeks to project its reflection. Thus, this meeting results in the selection of not only a style but also of buttons, buttonholes, lapels, cuffs and everything that makes up an anatomically tailored garment.
The common denominator of this experience is the great sartorial demanding. That is why Zegna reaches a maximum level of customer engagement through the Personalisation Project, which, as part of the “Su Misura” especially manufactures a limited number of suits tailored with unique fabrics. Thus, the customer can create a collection choosing between different styles and colours. The Zegna’s “One of a Kind” is so personal that even the customer can choose to record its name or a personal message on the fabric or on the edge of the canvas. More than a technique, “Su Misura” is an experience that goes beyond “Bespoke” and even “Made to measure”, because unlike the previous ones, which can take up to six months, the Italian house is able to prepare and deliver a personalised piece in 4 to 6 weeks and with just two previous tests.
To complete the “Su Misura”experience, Zegna since 2014 has included the informal to formal customised. Through the “Casual Luxury” project, unstructured jackets, high-quality cashmere, knitwear, coats, jackets and blazers can be personalised. This way the opulent Italian offer bets not only to the an essential part but the whole closet of his client; from casual to formal, day and night, Zegna plans to be there … and together, because at the end of the day, thanks to “Su Misura”, the name “Ermenegildo” is no longer the only one engraved on the suit.
Texto / Text – Jerson Hondall